En agosto pasado visto que necesitábamos un break de la rutina y de tantas noticias malas decidimos que queríamos hacer algo para mi cumpleaños que nos rememorara un poco a la vida que teníamos antes de Marzo 2020. Casualmente en la televisión apareció una promo extremadamente tentadora: “pagando 2 días de parque te regalamos 2 días extras” y después de analizarlo, leer las medidas de seguridad que los parques brindaban, reservamos un viaje relámpago a los parques temáticos de Universal en Orlando.
No voy a entrar en muchos detalles sobre cómo fue el vuelo ya que no es el propósito del post pero si voy a decir que acá cada uno es responsable de las medidas que toma, así que a ponerse máscaras, desinfectarse constantemente las manos y tratar de tocar las menores superficies posibles.
Decidimos hospedarnos en Cabana Bay, uno de los hoteles de la cadena Universal. Durante el check-in nos comentaron que cada día por la mañana antes de irnos, debíamos pasar por uno de los puestos de chequeo de temperatura donde si todo estaba bien te daban una pulsera cuyo color cambiaba todos los días y esa pulsera es sirve para demostrar que los huéspedes y visitantes del parque están “sanos”. Esto es un dato muy importante porque hacía que el acceso a los parques sea mucho más ágil, sólo necesitabas mostrar tu pulsera y ya ellos daban el okay de que no necesitabas ser chequeado nuevamente.
Durante nuestra estadía hicimos los 3 parques de Universal: Islands of Adventure, Universal Studios y el más nuevo de todos Volcano Bay.
Nunca me sentí tan comoda yendo a los parques. En el pasado tuve la chance de ir 2 veces y esta vez fue la vez en donde todo mejor funcionaba, no solamente las atracciones sino también las esperas (lo máximo que tuvimos que llegar a esperar por un juego fueron 30 minutos y hay que considerar que era temporada alta), los restaurantes estaban mejor organizados y las salidas y entradas a los parques se hacían muchísimo más rápido. Nosotros procuramos llevar en nuestras mochilas alcohol en gel que nunca tuvimos que utilizarlo, ya que habían estaciones sanitarias a cada paso que dabas y antes de cada juego una persona del staff del parque se encargaba de colocarte alcohol en gel para de estar manera asegurar que todos respetaban las reglas (y lo mismo sucedía al bajar, más staff con el alcohol en gel listo para acecharte).
Cada espera de juego tenía marcado en el piso donde cada grupo familiar debía ubicarse para respetar el distanciamiento social y mayoritariamente la gente lo respeta muy bien. Por otro lado, en el caso de que el carrito del juego sea compartido con otras personas pueden pasar tres cosas:
1) que el carrito quede enteramente disponible para tu grupo de gente (por ejemplo en la atracción de Popeye el carrito tiene capacidad de hasta 12 personas pero como son asientos pegados solamente dejan subir un grupo familiar por carro).
2) si el carrito tiene suficiente espacio, se deja el respectivo distanciamiento entre grupo y grupo.
3) Esto sucedió más en Volcano Bay por el tema de los gomones, pero en algunas atracciones el mínimo para que “arranque” es de 2 personas y como yo a muchas cosas no me subo, Manu tenía que ir solo y como ahora ya no te pueden agrupar con otra persona directamente no te dejan subir.
Con respecto a máscaras, son obligatorias todo el tiempo que te encuentres en el parque y la excepción para quitártela sólo ocurre durante los juegos de agua, ya que la máscara puede humedecerse y ya no cumple su función.
En resumen: para quienes tengan la posibilidad de visitar los parques, es un gran momento para hacerlo. Actualmente hay muchas promociones válidas hasta Diciembre 2020 y sino los precios de los tickets ya de por sí están un poquito más económicos. Las esperas de los juegos son extremadamente buenas, nunca más de 30 minutos, lo que te da la posibilidad de repetir tus atracciones favoritas las veces que quieras y ni hablar de que por un ratito volves a sentir que sos más feliz, o al menos te olvidás de todo lo que está pasando en el mundo.
Diaz de Cam 